¿Qué es lo que provoca el bruxismo?

El bruxismo es un trastorno que se caracteriza por rechinar o apretar los dientes de forma
inconsciente, ya sea durante el día o durante la noche. Se trata de un hábito muy
perjudicial para la salud dental y para la salud general, ya que puede causar desgaste,
fracturas, sensibilidad, dolor e inflamación en los dientes, en la mandíbula, en el cuello y
en la cabeza. Además, el bruxismo puede afectar a la calidad del sueño y al bienestar
emocional de las personas que lo padecen.

¿Cuáles son las causas del bruxismo?

No existe una única causa que explique el origen del bruxismo, sino que se trata de un
fenómeno multifactorial que puede deberse a una combinación de factores físicos,
psicológicos y genéticos. Algunas de las posibles causas del bruxismo son:


● El estrés, la ansiedad, la ira, la frustración y la tensión. Estas emociones pueden provocar que los músculos de la mandíbula se contraigan y que los dientes se aprieten o rechinen como una forma de liberar la presión o de afrontar las situaciones difíciles.
● Los problemas de oclusión, es decir, la forma en que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí. Una mala oclusión puede alterar el equilibrio de la mandíbula y generar una sobrecarga muscular y articular que favorezca el bruxismo.
● Los implantes, las prótesis, las coronas y otras intervenciones dentales. Estos tratamientos pueden modificar la posición y la forma de los dientes y causar una adaptación temporal o permanente de la mordida que desencadene el bruxismo.
● Las alteraciones o modificaciones prolongadas de la posición del cuello. Por ejemplo, dormir en una postura inadecuada, trabajar con el ordenador, conducir o usar el teléfono móvil pueden generar tensión y contracturas en los músculos del cuello que se transmitan a la mandíbula y a los dientes.
● Los hábitos inadecuados de masticación. Por ejemplo, masticar chicle, morderse las uñas, los lápices o los labios, o comer alimentos muy duros o pegajosos pueden acostumbrar a los músculos de la mandíbula a una actividad excesiva y favorecer el bruxismo.
● Los trastornos del sueño, como el ronquido, la apnea del sueño, el insomnio o las pesadillas. Estos trastornos pueden alterar el ciclo normal del sueño y generar episodios de rechinamiento de los dientes durante las fases de sueño ligero o de transición.
● El tipo de personalidad. Las personas que tienen una personalidad agresiva, competitiva, hiperactiva o perfeccionista pueden tener más riesgo de sufrir bruxismo, ya que suelen estar más expuestas al estrés y a la presión.
● Los medicamentos y otras sustancias. Algunos fármacos, como los antidepresivos, los estimulantes o los antipsicóticos, pueden influir en la actividad neuromuscular y favorecer el bruxismo. Lo mismo puede ocurrir con el consumo de alcohol, tabaco, cafeína o drogas.
● Los factores genéticos. Se ha observado que el bruxismo puede tener una mayor incidencia en las personas que tienen antecedentes familiares de este trastorno, lo que sugiere que puede haber una predisposición hereditaria.


¿Cómo se puede tratar el bruxismo?

El tratamiento del bruxismo se debe adaptar a cada caso, según la causa, la frecuencia, la intensidad y las consecuencias del mismo. El objetivo es aliviar el dolor, prevenir el daño dental y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Algunas de las opciones de tratamiento son:


● Las férulas de descarga. Son dispositivos personalizados que se ajustan a los dientes y que se usan durante la noche para evitar el contacto entre los dientes superiores e inferiores y para relajar los músculos de la mandíbula. También pueden usarse durante el día si el bruxismo es diurno.
● La terapia de relajación. Aprender técnicas de relajación, como la respiración profunda, el yoga, la meditación o el mindfulness, puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y las emociones negativas que pueden provocar el bruxismo.
● La modificación de hábitos. Adoptar hábitos saludables, como llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, dormir bien, evitar el consumo de alcohol, tabaco y cafeína, y cuidar la higiene dental, puede contribuir a prevenir o mejorar el bruxismo.
● El tratamiento dental. En algunos casos, puede ser necesario corregir la oclusión dental mediante ortodoncia, implantes, prótesis o coronas, para restaurar el equilibrio de la mandíbula y evitar el bruxismo. También puede ser necesario reparar los dientes dañados por el desgaste o las fracturas.
● El tratamiento médico. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a medicamentos, como analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares o toxina botulínica, para aliviar el dolor y la inflamación causados por el bruxismo. También puede ser necesario tratar los trastornos del sueño, como la apnea del sueño, con dispositivos de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) o con cirugía.
● El tratamiento psicológico. En algunos casos, puede ser beneficioso acudir a un psicólogo o a un terapeuta para tratar los problemas emocionales, como la ansiedad, la depresión, el estrés o los traumas, que puedan estar detrás del bruxismo 24 . También puede ser útil aprender estrategias de afrontamiento, como la resolución de problemas, la asertividad o la comunicación, para manejar mejor las situaciones difíciles.

¿Cómo podemos ayudarte desde Fisio Sin Estrés?

En Fisio Sin Estrés somos especialistas en el tratamiento del bruxismo desde una perspectiva integral y personalizada. Contamos con un equipo de profesionales cualificados y con amplia experiencia en fisioterapia, osteopatía, acupuntura y masaje terapéutico, que te ofrecerán una atención de calidad y un trato cercano y humano.

Nuestro objetivo es ayudarte a aliviar el dolor, la tensión y la inflamación que el bruxismo puede causar en tu mandíbula, en tu cuello y en tu cabeza, mediante técnicas manuales, ejercicios específicos y consejos prácticos. Además, te enseñaremos a relajar los músculos de la mandíbula y a mejorar tu postura, para prevenir la aparición o el empeoramiento del bruxismo.


Si sufres de bruxismo o crees que puedes padecerlo, no dudes en contactar con nosotros y pedir una cita. Estaremos encantados de atenderte y de ofrecerte la mejor solución para tu caso. Recuerda que en Fisio Sin Estrés nos preocupamos por tu salud y por tu bienestar. ¡Te esperamos!

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